Minga Pedagógica

de memoria y paz

Una apuesta para hablar del conflicto armado
desde la escuela: minga pedagógica de
memoria y paz

Desde hace más de cinco años un pequeño colegio ubicado al nororiente de la ciudad de Bogotá viene apostando a la construcción de memoria y paz a partir de la realización de un escenario denominado inicialmente como “foro”, el cual hoy adquiere la forma de Minga Pedagógica de Memoria y Paz. Escenario en el que los estudiantes de grado noveno del Colegio Anexo San Francisco de Asís (CASFA), junto al área de Ciencias Sociales abanderan diferentes acciones de diálogo, memoria y encuentro sobre el conflicto armado en Colombia, pensadas estas desde y para los jóvenes, con el propósito de acercar a propios y extraños a la historia reciente de nuestro país, en especial desde las voces de quienes han sufrido las mayores afectaciones en el marco del conflicto.

Teniendo en cuenta lo anterior se han adelantado seis espacios de encuentro, el primero denominado “Nuevas Ciudadanías” (2016), el segundo  “Con arte y parte las memorias son arte” (2019), un tercer espacio que sin importar la pandemia se realizó de forma virtual y llevó por nombre “Los colores de una memoria gris” (2021), un cuarto escenario conocido como “Retratos de una Colombia ausente” (2022), la penúltima versión titulada  “Cuando el Cauca suena memorias lleva” (2023) y la más reciente “Metegol Tapa, las memorias del futbol de un país en conflicto” (2024)

Imagen experiencia hito minga pedagógica zapatoskys

Acercar a propios y extraños a la historia reciente de nuestro país, ha sugerido en el escenario de la Minga Pedagógica de Memoria y Paz establecer puentes con otros lenguajes y saberes, puesto que el conflicto armado si bien configura parte de la historia de la sociedad colombiana, es un tema lejano para las nuevas generaciones, especialmente de quienes habitan ciudades como Bogotá,  de allí la importancia de acudir al mundo de lo cotidiano, de los sentidos y de la otredad, es así como las expresiones artísticas se han convertido en el principal vehículo y forma que adquieren las memorias a lo largo de estos años de trabajo, particularmente con lo realizado en “Retratos de una Colombia ausente” y “Cuando el Cauca suena Memorias lleva” alrededor de la desaparición forzada.

El trabajo realizado con las mingas en mención llevó a ser tangible lo intangible, dar materialidad a las memorias de algunas personas víctimas de desaparición forzada e incorporar la reflexión sobre la manera en que la naturaleza ha sido involucrada en el conflicto armado, caso del río Cauca. Dicho trabajo tiene que ver con una apuesta pedagógica construida a varias manos y distintos momentos en el aula, en donde los estudiantes fueron los principales protagonistas, junto a las voces de familiares y personas ausentes, además de atender a la metáfora de escuchar el río,  permitiendo de esta forma dar cabida a nuevos ejercicios de reconstrucción de las memorias desde la escuela en temas relacionados con el conflicto armado en Colombia.

Gracias a lo realizado con “Retratos de una Colombia ausente”, el 30 de agosto de 2022, el CASFA junto al Centro de Memoria, Paz y Reconciliación y la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por desaparecidas realizó el evento “la búsqueda una causa en común” en donde alrededor de 300 jóvenes de diferentes instituciones escolares de la ciudad se reunieron para conversar sobre la desaparición forzada.

Aunado a este diálogo, la preocupación por abordar temas como la desaparición en el aula llevó a la minga del 2022 a realizar DesapareSER, una publicación que recopila la memoria visual (fotografías), olfativa (perfumes) y sonora (paisajes sonoros) de siete personas ausentes como un ejercicio de activación de las memorias a partir de los sentidos.

Para la minga pedagógica de memoria y paz del 2023, se pretendía ahondar en lo sensible, en seguir agudizando los sentidos (escuchar el río) y trabajar en aquellas cosas que nos permiten ponernos en los “zapatos del otro”, de esta forma, retomando las prácticas de quienes en Marsella (Risaralda) y Puerto Berrío (Antioquia) adoptan a quienes eran encontrados en las aguas del Cauca, los estudiantes de grado 8 y 9 otorgan identidad a 46 de las 93 personas, cuyos cuerpos fueron rescatados durante 1985 al 2000 por los bomberos de Marsella. Otorgar identidad a estas personas pasa por reconocer que tenían sueños, emociones, encuentros y desencuentros como cualquier ser humano, lo que a su vez permite afianzar la condición de humanidad que les fue arrebatada.

Finalmente, el ejercicio de “escuchar el río” permite fragmentar las barreras entre grados y articularse con asignaturas como música, expresión corporal y artes, para así proponer un ejercicio de reconciliación con la Naturaleza (el río), con nosotros mismos y los demás, lo que llevó a que la minga sirviera de puente y dinamizador de otros espacios institucionales como el de la noche artística, cuya versión del año en curso se denominará “ De cuerpos a memoria, los secretos que cuenta un río”.

Si bien las líneas expuestas no dan cuenta a profundidad de lo alcanzado durante estos años, si permiten visibilizar una apuesta por abordar temas tan complejos como el conflicto armado y en especial la desaparición forzada desde el aula, en dónde los jóvenes vinculados a la “Minga Pedagógica de Memoria y Paz” en donde sus principales promotores son jóvenes de no más de 16 años que hacen parte de un pequeño colegio del nororiente de la ciudad de Bogotá. 

Desapareser Libro

DesapareSER, sí, con S no es un error gramatical, tampoco ortográfico, puesto que un grupo de estudiantes, junto a una maestra de Ciencias Sociales decidimos escribir DesapareSER con S como una forma de relatar y decir que gracias a la memoria las personas ausentes, las personas desaparecidas, aún permanecen, aún siguen siendo y siguen estando en formas tan diversas como las fotografías, los aromas y los sonidos.